Intento de poesia numero uno, año tres
1
Es porque se cómo luce mi reflejo
bajo las peores influencias
que prefiero pudrir
mis motivos más sinceros
a arrastrarme
eternamente
entre el contraste inconmensurable
de tu belleza
para con mi pobre
herencia.
Porque soy un traidor.
Un cobarde.
Un turista sudamericano
desorientado
interpretando a un hombre
desenmascarado
buscando ser perdonado.
Patéticamente desarmado
como un expatriado
acorralado.
Junto a nuestro primer ideal
de recién liberados,
oxidándonos y alineándonos
con sutil sumisión,
dentro de esa nuestra
ultima
habitación.
Del modo en el que
descuartizo
este imprudente
razonamiento pop
de principios de primavera.
Por pura cobardía
en lugar de codicia.
2
Como todos mis poemas
inconclusos
escondidos bajo mi cama
como todas las musas
aterciopeladas
de eras pasadas.
Imaginando finales felices
al ritmo del desgaste
continuo
de nuestra solitaria
mansión de invierno.
Como un error ortográfico
fuera de contexto
malogrando
su último intento
de poesía
porque por fin se dejo
seducir por la asfixia.
Suicidándose como un sueño
imposible
junto a su balada romántica
eternamente mediática
fusilando
nuestros desencuentros
primordiales
por pura ternura
mal entendida.
Nuestras colisiones interminables
como imágenes en movimiento
distorsionadas
y contradictorias para con nuestros
queridos objetos.
Pero indomables
casi siempre
y por puros deseos sinceros.
3
Todo por convivir con ficciones empíricas
y desordenadas
frustrando
rupturas definitivas.
Como cuando inesperadamente
encontramos,
y malgastamos,
la esperanza
de una vida compartida,
por miedos
y otras tendencias,
volátiles y exageradamente
inmanejables.
Retroalimentándonos en silencio
con consignas imaginarias
alrededor nuestro,
tratando de frustrar posibles
nuevos últimos
comienzos.
Como cuando aún simbolizábamos
algo más que cinismo y vergüenza.
Cuando compartiendo generación
con pensamientos
sacrificados
buscábamos cobrar conciencia
hasta odiarnos, para luego,
finalmente,
amarnos y perpetuarnos.
Entonces pienso y me esfuerzo,
pero siempre en silencio.
Todo por no colapsar en vano
durante la primavera
ausente
posterior a nuestro ultimo
abrazo.
Porque volvernos a encontrar
siempre será mucho mas
que tratar y fallar.
Abortando Primaveras
Ello, que caminemos en circulos, no viene a cuento cuando sabemos perfectamente como inutir eso llamado ruta final. Del mismo modo en el que vomitar poesia no es realmente una muestra clara de expresion artistica.
Es decir, es como César Abraham Vallejo dice. “¿Quién no habla de un asunto muy importante muriendo de costumbre y llorando de oído? ” Osea, toca abandonarse. Como el poeta mismo buscando inspiracion hasta llegar a su propia perdicion.
Leave a comment
Comments feed for this article